Los primeros asentamientos humanos en «ciudades primitivas» datan de hace unos 10.000 años. A partir de ese momento los seres humanos comenzamos a generar lo que hoy en día se conoce con el nombre de residuos sólidos urbanos.
Como su propia denominación indica se trata de los desechos generados por el núcleo poblacional de una ciudad. Los que se producen en las casas particulares, comercios, oficinas, etc.
Se incluye en esta definición una enorme variedad de objetos: escombros, envases, botellas, ropa y textiles del hogar, etc. También comprende residuos orgánicos de alimentación o jardinería.
El presente en nuestro país arroja unas cifras preocupantes. Se estima que cada habitante es susceptible de generar una media de 1 kilogramo por día. Multiplicando ese número por la cantidad de días que tiene un año se puede inferir que se trata de unas medidas difícilmente gestionables.
Cabe la posibilidad de someter los restos ciudadanos a diferentes tipos de tratamientos.
El primer paso en el régimen de procesado de la basura urbana es el depósito de los materiales separadamente en los contenedores correspondientes.
Estos elementos tan comunes en nuestro paisaje cotidiano dividen en 4 tipos la basura doméstica. El contenedor amarillo recoge los desperdicios de plástico (principalmente los llamados envases ligeros con el distintivo del punto verde: botellas de plástico, bricks de leche o zumo, latas de refresco o conservas, etc. ). El contenedor verde recoge el vidrio (botellas, tarros, etc. ). En el contenedor azul se depositan el papel y el cartón. Por último, el contenedor gris es una especie de cajón de sastre en el que tienen cabida los desechos orgánicos además de todos los que no pueden incluirse en el resto de contenedores.
A partir de esa separación los residuos pueden seguir diferentes caminos. Puede realizarse una recogida universal de basura que termine con la acumulación de la basura en un vertedero. Puede elegirse la incineración de los mismos o a través de la recogida selectiva trasladar los restos de cada contenedor a su lugar correspondiente para su tratamiento en una planta de reciclaje.
Se refiere a la lista de metas comunes de los países de las Naciones Unidas. Se han marcado objetivos a seguir en aras de desarrollar mayores niveles de sostenibilidad en la vida mundial.
El Gobierno Español ya ha señalado en su agenda interna dichos objetivos.
Según datos recientes, más de la mitad de la población mundial vive en una ciudad. Se calcula que esta cifra aumentará en más de 1.500 millones de personas en el 2030. Esto indica que los residuos también aumentarán exponencialmente. Aunque el espacio geográfico ocupado por las ciudades del planeta es menor al 3 % son los puntos de mayor producción de basura. Por esto tanto la agenda de la ONU como las estatales se orientan hacia la mayor implicación de las ciudades y los municipios.
Un papel más activo de las entidades locales es la manera de conseguir optimizar la gestión de los residuos. Se trata de ocuparse de la basura en el mismo lugar en que se genera.
El punto 11.6 plasmado por nuestro Gobierno contempla la problemática de los desechos y contaminación en las ciudades. El epígrafe resalta el objetivo de conseguir mejores resultados en el procesado de los desechos municipales.
En Contenedores Satur creemos que el cambio es posible. Nuestro trabajo en la gestión de residuos sólidos urbanos se orienta a alcanzar esas mejoras en la sostenibilidad que el planeta requiere urgentemente. Ponemos a disposición de nuestros clientes una posibilidad rápida, segura y eficaz para mantener la limpieza de nuestras ciudades.