El transporte de materiales, residuos y mercancía es una industria diversa con varios tipos de carga en contenedores que se mueven a través de las varias vías de comunicación existentes. Una tarea que involucra rutas de transporte mediante muchas modalidades, porque son también muy variadas las tipologías y requerimientos de las cargas a mover. Y para cada una de esas cargas específicas, se puede encontrar un tipo de contenedor adecuado para su transporte.
Las cifras al respecto nos hablan claramente de esas características: amplitud y variedad, que califican el transporte de carga en contenedores y que hacen que pueda considerarse el más versátil de todos los disponibles. Se estima que, en los años anteriores a la pandemia, se trasladaron una media de cerca de 1700 millones de toneladas en alrededor de 180 millones de contenedores. Utilizando los distintos tamaños, tipos y dimensiones de contenedores disponibles en el transporte actual, se pueden mover casi todos los tipos de carga en diversas rutas y vías de comunicación.
Cuando se va a utilizar el transporte de carga en contenedores se debe estimar el tamaño de la carga para seleccionar el contenedor correspondiente, y determinar cómo distribuir la carga para cumplir con los requisitos de transporte aprovechando al máximo el espacio del contenedor.
Primero hay que medir la carga, estimando las dimensiones de las diversas, si existen, formas de empaquetado en que se va a realizar el traslado. Junto a esta estimación habrá que tener en cuenta el peso, tanto de la carga en sí como el de los modos de empaquetado o almacenaje.
Es importante también tener en cuenta la altura y anchura de las piezas más voluminosas, ya que estas van a determinar y restringir las opciones a tomar sobre el tipo de contenedor y transporte a utilizar.
Con estos datos tendremos una estimación bien acotada del volumen total de la carga y su peso, y podremos tener clara la capacidad de carga del contenedor que necesitamos; entendiendo que no siempre es posible optimizar al máximo una carga irregular.
Generalmente se estiman 4 tipos de carga en contenedores.
Los contenedores de carga normal se utilizan para transportar casi toda la carga seca general, mientras que los contenedores cisterna se utilizan para mover productos líquidos, polvos y gases, tanto productos peligrosos como no peligrosos. Un contenedor de carga seca normalmente es hermético, para evitar que cualquier elemento externo pueda dañar las mercancías que se envían.
La mayoría de los contenedores de carga seca estándar están hechos de acero. Algunos de los contenedores de carga seca también están hechos de aluminio y tienen una carga útil ligeramente mayor que los contenedores secos fabricados con acero.
Estos contenedores de carga seca estándar están completamente sellados y son resistentes al agua. Son habitualmente utilizados para la mayor parte del transporte de carga; y pueden usarse a nivel nacional e internacional para casi todos los productos secos, incluidos los que vienen en cajas o sacos. La mayoría de estos contenedores de carga de envío seco estándar se fabrican con buenos pisos de madera contrachapada. Estos contenedores se fabrican de acuerdo con la norma ISO, de tal manera que se pueden transferir entre diferentes modos de transporte como camiones, barcos o trenes.
Las cargas pesadas y sobredimensionadas son aquellas que exceden los límites de tamaño o peso de las autopistas, o bien los límites de los vehículos utilizados para el transporte. Para organizar adecuadamente el transporte de una carga sobredimensionada se necesita seleccionar equipos especiales de carga pesada y plataforma plana, planificar la ruta individualmente y diseñar esquemas específicos de estiba y sujeción. Suele necesitar personal con experiencia particular en el transporte de este tipo de carga.
Si estamos en el caso del transporte de una carga pesada, pero no sobredimensionada (que puede caber en una unidad de carga normalizada) generalmente se necesitará un contenedor abierto en su parte superior, lo que permitirá realizar la carga con un puente grúa.
Cuando se trata de una carga sobredimensionada pero no pesada necesitaremos contenedores no estándar, con diseños específicos para responder a esta problemática. Por ejemplo, el contenedor open top (el abierto en la parte superior, mencionado antes) de grandes dimensiones es el adecuado para cargas con sobrealtura. También se puede recurrir a contenedores de plataforma, que no cuentan ni con techo ni con paneles laterales, con extremos abatibles, que permiten trasladar cargas que sobrepasan los límites dimensionales estandarizados.